Economía de España

Автор работы: Пользователь скрыл имя, 13 Января 2011 в 18:00, реферат

Краткое описание

Desde la crisis de principios de los 90, la economía española ha recorrido un largo período de crecimiento, constituyéndose una larga y sostenida etapa expansiva, sin embargo a partir del año 2008 al igual que la zona Euro y los Estados Unidos, la economía sufre una disminución de sus índices macroeconómicos, dando paso a un período de recesión, que según muchos podría durar dos años.

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MINISTERIO DE EDUCACIÓN Y CIENCIA DE UKRANIA

UNIVERSIDAD ESTATAL DE GERENCIA DE DONETSK 
 
 
 
 
 
 

Ponencia del tema:

“Economía de España 
 
 
 

Estudiante 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Donetsk 2010

PLAN 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

   La economía de España, al igual que su población, es la quinta más grande de la Unión Europea (UE) y en términos absolutos la novena del mundo. En términos relativos o de paridad de poder adquisitivo, se encuentra también entre las mayores aunque algo más abajo (ver Anexo:Países por PIB (PPA))

   Desde la crisis de principios de los 90, la economía española ha recorrido un largo período de crecimiento, constituyéndose una larga y sostenida etapa expansiva, sin embargo a partir del año 2008 al igual que la zona Euro y los Estados Unidos, la economía sufre una disminución de sus índices macroeconómicos, dando paso a un período de recesión, que según muchos podría durar dos años. Esta etapa fue originada principalmente por la contención del crédito bancario, subidas del tipo de interés y el alza en los precios del petróleo.

   Aunque previamente ya había diversos índices que mostraban síntomas de desaceleración, los daños se vieron reflejados en la economía a partir de enero de 2008, con la crisis bursátil junto a los problemas en el sector inmobiliario. Todo ello unido a un marco inflacionista, de subidas de precios de los carburantes y de los productos alimenticios principalmente, en lo que ha venido a denominarse la crisis económica de 2008. No obstante, las previsiones a mediano plazo en cuanto a las fortalezas competitivas, son optimistas 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Sector primero

Agricultura

   Hasta los años 40 del siglo XX, más de la mitad de la población activa española trabajaba en el sector agrario, y la producción de éste constituía el capítulo principal de la economía del país. En el año 1984 la proporción había descendido mucho y la actividad agraria reunía algo menos del 18 por ciento de la población total ocupada, siendo su aporte a la producción global del país el 6,7 por ciento.

   Los factores que condicionan la agricultura en España son de varias clases: Físicos, como la elevada altitud media que no beneficia a la mayoría de los cultivos, las heladas tardías y la erosión que despoja a las tierras de labor de su sustratro fértil. Históricos como la tradición ganadera de España desde la Edad Media con la creación de la Mesta y el desigual reparto de la tierra en latifundios y minifundios.

   Para mejorar el rendimiento y las condiciones de trabajo de los agricultores se han llevado a cabo algunas reformas como la concentración parcelaria, que ha aumentado la superficie de las parcelas cultivables hasta una media de 2,58 ha. El desarrollo de los regadíos en las diferentes cuencas hidrográficas y mejora en las técnicas de cultivo, con la extensión de los cultivos forzados bajo plástico, que ocupan muchas hectáreas en el litoral mediterráneo preferentemente.

Producción del sector agrícola:
 
  • Cereales

   En España en muy importante el cultivo de los cereales llamados de invierno: cebada y trigo fundamentalmente, y en menor proporción, avena y centeno. Se cultivan en tierras de secano, que solo reciben el riego natural. Se suele practicar el barbecho, que consiste en dejar la mitad de la tierra sin sembrar, pero dándole las labores adecuadas para quitar las malas hierbas y ahuecarla de manera que recoja la mayor cantidad de agua posible. La otra mitad de la tierra se siembra ese año y al siguiente se invierte la situación. Andalucía, y las dos Castillas son los principales productores de estos cereales.

   El maíz se cultiva en Galicia sin riego artificial, haciendo rotar su cultivo con el de patatas, nabos o alubias. En las zonas de regadío también se cultiva el maíz, planta que requiere bastante humedad en la época del verano.

   El arroz está ausente de los secanos españoles por su gran exigencia de agua, pero existen tres principales zonas productoras de arroz: Cataluña, Comunidad Valenciana y Zona Sur.

   Cataluña. Se distingues dos zonas. Una la situada en el término de Pals, donde la producción es muy baja. La otra en el delta del río Ebro, en Tarragona cuya producción, que convive con un importante parque natural, representa un 15% de la total obtenida en el Estado.

   Comunidad Valenciana. Comprende los terrenos próximos a la Albufera de Valencia y a la desembocadura del río Júcar. Su producción constituye, igualmente, el 15% de la española, en condiciones y circunstancias muy parecidas a las del área geográfica anteriores.

   Zona Sur. Distinguimos en primer lugar la zona situada sobre el estuario las marismas del río Guadalquivir en Sevilla y, la segunda, la de Don Benito en Extremadura.Sevilla es la primera provincia productora española, que junto con Extremadura alcanzan casi un 60% de la producción estatal. También en la comarca de La Janda, en la provincia Gaditana, encontramos cultivos de arroz. Sin embargo, es conveniente puntualizar que los cultivos arroceros se centran fundamentalmente en los aledaños de la laguna de La Janda, pertenecientes a los términos municipales de Tarifa, Barbate, Vejer de la Frontera y Benalup-Casas Viejas.

   Se estima, en definitiva, que en España la producción alcanza casi el medio millón de toneladas, de los cuales el 60% se produce en las zonas arroceras del Guadalquivir y Extremadura, el 15% en el delta del Ebro, el 15% en la Albufera valenciana y el restante 10% entre, Murcia, Aragón, las dos Castillas, Baleares y Navarra.

  • Patatas y hortalizas

   La patata, como el maíz, es de origen americano y, al igual que ese cereal, de introducción española en Europa. Se cultiva sin riego artificial en toda la España Atlántica y en todos los regadíos. la mayor cosecha corresponde a las variedades de media estación (junio - septiembre) y a las tardías o de otoño. Suele rotarse su cultivo con el del maíz y las alubias.

   El cultivo de hortalizas tiene gran tradición en el país. A ellas se dedican casi todas las superficies protegidas por plásticos. Su cultivo se ha duplicado desde mediados de siglo. Se ha duplicado también su producción, que es la base de la industria agroalimentaria y, con las frutas, nuestras dos principales exportaciones de productos agrarios frescos. Se exportan: tomates, cebollas,fresones, melones, sandías, lechugas, coles, judías verdes, zanahorias, pepinos, pimientos, calabacines, y otras muy distintas hortalizas

  • Frutales

   Los cítricos que necesitan agua y ausencia de heladas se cultivan en los regadíos del litoral mediterráneo. Son exportados en gran cantidad. La mayor parte de la superficie de cultivo citrícola se reserva a naranjas, a las que siguen en importancia las mandarinas, los limones y los pomelos. El núcleo fundamental se halla en Valencia.

   Los frutales no cítricos cultivados ofrecen una gama muy variada. son importantes las plantaciones de peral, manzano, melocotonero, y albaricoque en regadío. En secano se prefiere el cerezo, sobre todo en Extremadura y Aragón. Los frutos secos como la almendra y la avellana se cultivan en todo el litoral levantino hasta la costa bética y en Baleares.

   Es muy importante también la producción de uva de mesa, de la que gran parte se exporta, se obtiene en el litoral de Valencia y en los parrales de Almería y Murcia. En Canarias es de gran importancia el cultivo de la platanera, donde tropieza con la dificultad de la falta de agua, de la que la planta es muy consumidora.

  • Viñedos y Olivares

   Dos regiones sobresalen por la amplitud del terreno vitícola: La Mancha y la Rioja. Las zonas más productoras en cantidad y por la calidad de sus caldos derivados son, en Castilla y León, la Ribera del Duero, en Andalucía, las del Marco de Jerez. En la Meseta Sur, Valdepeñas. En Levante, Utiel-Requena y Jumilla. En Cataluña, Penedés, Ampurdán y Priorato. En el Ebro, Rioja y Cariñena. En el sur de Galicia, Ribeiro (vino tinto) y el Albariño (vino blanco).

   Los olivos soportan mal las heladas, por lo que tienen menos área de expansión que la vid. Se encuentran mayoritariamente en toda la geografía española al sur del Sistema Central. Su cultivo es prioritariamente de secano y la mayor parte de la producción se destina a su transformación en aceite. Su cultivo es muy importante en Andalucía, donde hay zonas de monocultivo como en algunas partes de la Bética, sobre todo en la provincia de Jaén. 
 

  • Cultivos industriales

   Tradicionalmente vienen considerándose plantas industriales solo aquellas cuyo producto no admite consumo directo o para el que su transformación resulta mucho más provechosa. Tal es el caso del girasol, la remolacha azucarera, el algodón y el tabaco.

   El cultivo del girasol alcanza grandes extensiones en el secano de la Meseta y abarcaba ya en 1984 más de un millón de hectáreas, de las que el 85 por ciento son de secano.

   La remolacha azucarera se cultiva sobre todo en el valle del Duero, donde rota con los cereales en los regadíos. El algodón se cultiva los regadíos de Murcia y Alicante y en los regadíos y secanos de la Baja Extremadura y de la Bética. El tabaco se cultiva en la vega de Granada , que es donde mayor rendimiento produce y en la provincia de Cáceres, sobre todo en la vega del Tiétar, en todo caso en regadío. También se consideran cultivos industriales los dedicados a condimentos, entre los que se encuentran los pimientos, para el pimentón y el azafrán. El primero en los regadíos murcianos y en los de la Vera de Gredos. El azafrán se da en los secanos manchegos y en la provincia de Teruel.

Ganadería

   Vaca de raza frisona.Es la que predomina en las granjas lecheras españolas.

   La ganadería ha mejorado mucho en los últimos tiempos porque se han sustituido unas especies por otras y, dentro de cada una, las razas de variada aptitud y escaso rendimiento, por selectas.

   Cerdos y vacas son los animales preferidos en las granjas. En las vacas se han reemplazado las razas autóctonas - rubia gallega, asturiana etc., por razas extranjeras de selecta aptitud, de manera preferente la frisona para leche y la charolesa para carne. Se prefiere un régimen de estabulación para las vacas le leche y un régimen mixto para las de carne.

   Del mismo modo, en los cerdos se adopta la estabulación en granjas adecuadas y con razas de gran porte- la Large White, por ejemplo - mejor que las autóctonas, pequeñas y de gran osamenta. Las autóctonas han recuperado su importancia pasada y se obtiene de ellas el famoso jamón de cerdo ibérico -de pata negra- bellotero.

   También las gallinas de alta producción cárnica o de huevos se tienen en granjas especiales.

   Los pastores ya no practican la transhumancia con sus rebaños, sino que prefieren quedarse en zonas próximas a sus residencias, realizando desplazamientos de más corto radio; y la antigua orientación lanera se ha reemplazado por la de corderos para carne o la láctea para quesos con denominación de origen.

Sector secundario

Industria

   La industrialización de España se ha producido a diferentes tiempos y velocidades, viviendo la economía española dos grandes periodos industrializadores: uno durante el siglo XIX y otro a mediados del siglo XX.

   La industrialización decimonónica tuvo sus principales focos en Cataluña y el País Vasco, desarrollándose en Cataluña en la industria textil, mientras que en el País Vasco la industria predominante fue la siderurgia, gracias a los yacimientos de mineral de hierro, que proporcionaron los capitales y materia prima. Además, un tercer foco de industrialización en el siglo XIX se desarrolló en Asturias, debido a los yacimientos de carbón, que provocaron la aparición de la minería y la industria siderúrgica, financiadas con inversiones de capitalistas españoles, franceses y británicos. En Andalucía, concretamente en la provincia de Málaga, también se experimentó un proceso industrializador que, sin embargo, tuvo una existencia efímera y por una serie de causas no se logró la industrialización de esta región hasta bien entrado el siglo XX.

   Respecto a las restantes zonas industriales, su desarrollo se produjo en el segundo periodo industrializador de España, durante el denominado "desarrollismo", en las décadas finales del franquismo, un desarrollo que ha proseguido hasta la actualidad, con importantes actividades en todos los sectores, que van desde la industria de la moda, hasta la construcción naval, la biotecnología, los trenes de alta velocidad o la industria aeroespacia

Construcción

   España tenía un parque de 23.700.600 viviendas a finales del año 2005, según datos del Banco de España, sobre un total de 15,39 millones de hogares españoles. Estas cifras indican un promedio de 1,54 viviendas por hogar español, la tasa más alta del mundo. Según las mismas fuentes, el 85 por ciento de las viviendas en España son de propiedad, y sólo un 15% se disfrutan en régimen de alquiler.

   El precio medio de la vivienda nueva en España es de 2.510 euros por metro cuadrado, según datos de la Sociedad de Tasación a 31 de diciembre de 2005. El precio de la vivienda, sin embargo, varía ostensiblemente en función de las comunidades autónomas y las capitales de provincia.

   Al estallar la llamada "burbuja inmobiliaria", se inició un retroceso económico en todos los aspectos de la economía española. El resultado de la explosión de la burbuja es una brusca caída de la demanda y de los precios en el corto plazo. Desde septiembre de 2007, ya se está produciendo por la incapacidad del mercado para absorber la enorme oferta de vivienda construida y vacía disponible. Este cambio de ciclo inmobiliario español habría tenido lugar por factores internos y externos: por un lado, la falta de liquidez del sistema financiero, causada por la crisis de las hipotecas subprime en Estados Unidos en agosto de 2007, y por otro, por el deterioro interno de la economía española, la falta de financiación y el agotamiento del modelo de crecimiento (basado en la construcción), al reducirse los retornos de la inversión (provocando la salida del mercado de los especuladores) y contenerse el crédito.

Sector energético

   El sector energético en España supone aproximadamente un cinco por ciento del Producto interior bruto de España, pero su importancia va más allá de su participación en la producción total, puesto que constituye un sector de carácter estratégico del que necesitan todas las ramas de la actividad económica, siendo la energía considerada necesaria para cualquier clase de producción de bienes y servicios. Precisamente uno de los elementos que ha limitado el desarrollo económico de España en los dos últimos siglos, ha sido la pobreza de recursos energéticos, en concreto la carencia de hidrocarburos líquidos y gaseosos y la mala calidad y carestía del carbón existente. La escasez de recursos ha condenado tradicionalmente al sistema energético nacional a una situación de déficit y dependencia exterior. Frente a un consumo de energía primaria en España en el año 2008 de 142.070 Kilotoneladas equivalentes de petróleo (Ktep), la producción nacional fue de 30.725 ktep, lo que ha supuesto que el grado de autobastecimiento exterior se cifra en un veinticinco por ciento, durante este año.

   Desde finales de los años 1990 esta situación se trata de invertir mediante políticas de impulso de las energías renovables, que tienen como objetivo para 2010 generar el 30 % de la electricidad a partir de fuentes de energía renovable, el 12 % de la energía primaria y el 5.75 % con biocarburantes. España es asimismo líder mundial en energía eólica, con la mayor tasa de penetración mundial de esta tecnología (13.8 % en el año 2009).

Sector tres.

Transporte

   Supone alrededor del 12% de la producción del sector servicios y el 7% del empleo y tiene un gran poder de arrastre sobre otras actividades productivas.

   Ha estado siempre influido, en general, por 3 aspectos:

  • La estructura radial del transporte terrestre.
  • El déficit en infraestructuras.
  • El tradicional papel de las empresas públicas (RENFE, Iberia, Transmediterránea, Enatcar).

   España cuenta con 105 aeropuertos situados en las distintas regiones, de ellos 33 son internacionales, donde operan más de 250 líneas aéreas, siendo el más importante el aeropuerto de Madrid-Barajas. Tras la ampliación de Barajas, este pretende ser uno de los aeropuertos de conexión más importantes del mundo y tener una capacidad para 70.000.000 de viajeros (casi 30 millones más que en el 2005). Barajas realiza un importante papel de "hub" o conexión entre capitales de provincia y el extranjero. El aeropuerto de Barcelona, no se queda atrás, y tras la reciente inauguración de la nueva Terminal 1, pasa a ser el segundo aeropuerto del sur de Europa más importante, con 60.000.000 de pasajeros al año, (unos 30.000.000 de pasajeros más que en el 2005), añadiendo la renovación de las antiguas terminales (renombradas como T2). Posteriormente, en el 2012, seguirá la ampliación del aeropuerto de Barcelona con la Terminal Satélite, que aumentará la capacidad del aeropuerto hasta los 75.000.000 de pasajeros, unos 15.000.000 más que con las terminales anteriormente operativas.

   Las vías y estaciones de la red de ancho ibérico son gestionadas por ADIF. En ellas ofrece sus servicios la compañía ferroviaria estatal RENFE. Además, existen diversas redes de ancho internacional (FGC) y algunas líneas de ancho métrico (FEVE). El sistema ferroviario español es fundamentalmente radial con centro en Madrid. La ciudad de Barcelona permite conectar España con París, Zúrich y Milán entre otras ciudades europeas.

   Los servicios de Alta Velocidad Española (AVE) prestados por RENFE reducen a la mitad el tiempo de desplazamiento en coche y alcanzan más de 250 km/h. La velocidad máxima comercial de sus trenes es de 300 km/h y su velocidad punta es de 356,8 km/h.

   La red de metro está disponible en seis ciudades: Barcelona, Bilbao, Madrid, Palma de Mallorca, Sevilla y Valencia . Está en construcción en ciudades como Alicante, Málaga y Granada; y planificada para Santander. La más extensa y con mayor número de pasajeros al año es la de Madrid (310 km; 616 millones de viajeros), seguida por la de Barcelona (115 km; 480 millones de viajeros).

   La red de carreteras española está formada por unos 370.000 km. Esta red comprende autopistas de peaje, autopistas libres, autovías, carreteras de doble calzada y carreteras convencionales. En esta cifra no están incluidas las carreteras y calles en medio urbano, ni las carreteras o caminos agrícolas o forestales. Pero refiriéndose a autopistas solamente, tiene una red que casi llega a los 13.200 km. El plan de inversión del Gobierno supone que España contará en el año 2010 con una red de autopistas de más de 13 000 km, convirtiéndose en una de las más amplias y modernas del mundo.

   Así  mismo, España goza de excelentes comunicaciones marítimas con más de 53 puertos internacionales en las costas atlántica y mediterránea. Cabe destacar el puerto de Algeciras, el único de España considerado de primer orden mundial por su elevado movimiento de viajeros y mercancías, así como el puerto de Vigo, siendo también uno de los más activos en cuanto a tráfico de mercancías, capturas vivas de pescado y congelados. El puerto de Sevilla es el único de carácter netamente fluvial que existe en el país, pues aunque la ciudad está en el interior, tiene salida al mar a través del río Guadalquivir. El vecino puerto de Cádiz es un punto estratégico para el embarque de mercancías hacia el archipiélago atlántico de Canarias. El puerto de Barcelona, por ser líder del Mediterráneo en tráfico de cruceros, y el segundo en ámbito mundial.

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